Revista Sol Rojo nº 51: «! Enarbolar la guerra popular mundial contra la guerra mundial imperialista!»

«¿Puede haber una guerra mundial?, sí puede haberla; las condiciones existirán en tanto no barramos su raíz. Las superpotencias preparan la guerra y hacen grandes planes, es evidente, pero creemos que los comunistas y los revolucionarios, las masas, el pueblo, los hombres que ya no podemos consentir que haya tanta iniquidad en el mundo, tenemos que apuntar a centrar nuestra atención, no en la guerra entre las superpotencias porque de ella no va a derivar nuestra liberación, porque sería una guerra de rapiña para un nuevo reparto del mundo. La guerra mundial de las potencias es por la hegemonía, nada más eso.»

(Entrevista al Presidente Gonzalo, 1988)

“Alianza con los revolucionarios de los países adelantados y con todos los pueblos oprimidos, contra todos los imperialistas — tal es la política exterior del proletariado.”
(V.I. Lenin)

“El Presidente Mao nos decía: hay que prepararse y prepararse desde ahora contra una guerra imperialista y principalmente contra una guerra atómica; cómo les vamos a responder, pues, sólo con guerra popular, de otra manera no, eso es lo principal. Desenmascararlos es parte de hacer una campaña de propaganda que muestre ante el mundo sus siniestros y macabros planes de genocidio mayúsculo, pero eso nunca detiene una guerra, claramente lo dijo Stalin; esas campañas nunca paran una guerra, así lo único que cabría, si queremos impedir una guerra, es desarrollar la revolución. Como enseñó el Presidente: o la revolución impide la guerra mundial o ésta atiza la revolución.” (Presidente Gonzalo)

“No corresponde a los socialistas ayudar a un bandido más joven y más vigoroso (Alemania) a desvalijar a otros bandidos más viejos y más cebados. Lo que deben hacer los socialistas es aprovechar la guerra que se hacen los bandidos para derrocar a todos ellos. Para esto, es preciso ante todo que los socialistas digan al pueblo la verdad, a saber, que esta guerra es, en un triple sentido, una guerra entre esclavistas para reforzar la esclavitud. En primer lugar, es una guerra que tiende a consolidar la esclavitud de las colonias mediante un reparto mas «equitativo» y una explotación ulterior mas «coordinada» de las mismas; en segundo lugar, es una guerra que persigue el reforzamiento del yugo que pesa sobre las naciones extrañas en el seno mismo de las «grandes» potencias, pues tanto Austria como Rusia (y esta mucho mas y mucho peor que aquélla) sólo se mantienen gracias a ese yugo que refuerzan con la guerra; en tercer lugar, es una guerra con vistas a intensificar y prolongar la esclavitud asalariada, pues el proletariado está dividido y aplastado, mientras que los capitalistas salen ganando, enriqueciéndose con la guerra, avivando los prejuicios nacionales e intensificando la reacción, que ha levantado la cabeza en todos los países, aun en los más libres y republicanos.”
(V.I. Lenin – El Socialismo y la Guerra)

» […] es inminente una guerra imperialista en gran escala para disputarse el dominio sobre los pueblos coloniales. En esa guerra, para engañar a los pueblos y ganarse a la opinión pública, cada una de las partes beligerantes declarará descaradamente que su propia causa es justa y la de su rival, injusta. Esto será, en realidad, un fraude, pues ambas partes persiguen objetivos imperialistas, se disputan el dominio de las colonias y semicolonias y de las esferas de influencia, y hacen una guerra de rapiña. En la actualidad, están contendiendo por Polonia, la península de los Balcanes y el litoral del Mediterráneo. De ningún modo es justa una guerra como ésta. Las únicas guerras justas son las de liberación, no de rapiña. Los comunistas no apoyarán ninguna guerra de rapiña. En cambio, saldrán con valentía a apoyar toda guerra justa, de liberación, no de rapiña, y se colocarán en la primera fila de la lucha.

En el presente, Chamberlain y Daladier, tras las huellas de Alemania e Italia, se vuelven cada vez más reaccionarios y aprovechan la movilización bélica para fascistizar el aparato estatal de sus países y militarizar su economía. En síntesis, los dos grandes bloques imperialistas se están preparando febrilmente para la guerra, y el peligro de una matanza masiva se cierne sobre millones y millones de hombres. Sin la menor duda, esto provocará movimientos de resistencia entre las grandes masas populares. Sea en Alemania o Italia, en Inglaterra o Francia, o en cualquier otro lugar de Europa o del resto del mundo, si los pueblos no quieren servir de carne de cañón al imperialismo, tendrán que levantarse y luchar por todos los medios contra la guerra imperialista.»

(Presidente Mao Tse-tung – ENTREVISTA SOBRE LA NUEVA SITUACION INTERNACIONALCON UN CORRESPONSAL DEL DIARIO NUEVA CHINA, 1939)

Nota V.O. : Pueden leer la revista Sol Rojo nº 51 en el siguiente enlace: http://solrojo.org/SR51.pdf

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