El pequeño pez. Un cuento del escritor comunista iraní Samad Behrangi

Samad Behrangi, en persa: صمد بهرنگی , (Tabriz 24 de junio de 1939 – río Aras, 31 de agosto de 1967) fue un profesor, folclorista, traductor, crítico social y escritor de cuentos cortos iraní. Militante comunista, se hizo famoso por sus cuentos para niños cargados de temática social , particularmente por El pequeño pez negro, un cuento que anima a los niños, pero también a los adultos, a luchar por cambiar sus circunstancias y a tomar la iniciativa de sus propias vidas.

Behrangi creía que todo el material del sistema educativo estaba desactualizado y era poco comprensible para los niños iraníes, particularmente de las zonas rurales, por lo que intentó enseñar con el suyo propio, con la intención de crear algo que reflejara mejor la realidad y fuera más familiar a los niños del campo.

Empezó a publicar historias en 1960 y después también a traducir del inglés y el turco al persa y del persa al turco. Argumentando que era maleducado, fue expulsado de su cargo de educador de escuela superior y asignado a una escuela primaria.

Cuando sus trabajos se extendieron por el país, fueron prohibidos por el gobierno del sha, siendo acusado y perseguido por sus ideas políticas comunistas, y, finalmente, suspendido de la enseñanza. Después de un tiempo, su sentencia fue derogada y retornó a las escuelas, donde apoyó protestas estudiantiles y políticas. Como no tenía permitido publicar sus trabajos en su lengua materna, el azerí, tuvo que traducirlos al persa para que estuvieran disponibles en Irán.

Behrangi se ahogó en el Río Aras a la edad de 28 años en circunstancias poco esclarecidas. Muchos culparon de su muerte al régimen Pahlaví, asesinado por el SAVAK, su policia política. En todo caso, en el mes de octubre de 1969 aparecía una escueta nota en la prensa estatal de Irán que se leía: “Por no saber nadar, el maestro azerí Samad Behrangui, se ahogó en un río”. Acababa de cumplir 31 años.

Según los rumores que entonces circulaban boca a boca; los agentes de la SAVAK le arrojaron al río Arax y empezaron a disparar por encima de su cabeza; hasta que él no pudo salir del agua y se unió a la eternidad. Lamentablemente, sus obras siguen hoy prohibidas en el régimen de la Revolución Islámica que derrocó al Shá de Persia en 1979.

El pequeño pez negro, su cuento mas famoso, muestra como solo con iniciativa propia, curiosidad y lucha contra los prejuicios sociales que intentan que aceptemos lo que nos ha tocado vivir, podemos sentirnos libres y ayudar a los demás a serlo. Nos enseña a que nunca hay que dar nada por perdido, que hay que luchar contra los que nos oprimen y que, si es necesario, hay que usar las armas por nuestra libertad (una libertad que no es nada sin la de los demás).

También insiste en aquel mandato leninista, que el propio Lenin repitió una y otra vez, en textos como Taréas de las Juventudes Comunistas, por ejemplo, de la necesidad imperiosa de formarse, porque la incultura es el principal arma que mantiene sometido a los trabajadores:

«Pues bien, al abordar desde este punto de vista el problema de las tareas de la juventud, debo decir que las tareas de la juventud en general y de las Uniones de Juventudes Comunistas y otras organizaciones semejantes en particular, podrían definírse en una sola palabra: aprender«.

En este sentido, en el momento de emprender su periplo hacia el destierro – El pequeño pez negro – dice a su madre: “¡Mamá!, no llores por mí, llora por esos viejos, gordos, torpes e inútiles peces que no han aprendido nada en la vida”. Por supuesto, se alerta contra el peligro de que ese miedo a la lucha divide a la clase trabajadora, que la enfrenta en luchas inútiles que hacen que la organización y la fuerza de nuestra clase se disuelva como el agua: cuando otros jóvenes peces están en la boca del pelícano, el pez negro llama a la unión para poder escapar, pero aquel convence a los otros peces para que maten al peligroso rebelde a cambio de dejarles vivos.

Para terminar, el autor no olvida plasmar en su cuento lo que Gramsci definiera en 1929, en articulo en Ordine Novo, como “los esfuerzos y sacrificios que son exigidos a quien, voluntariamente, asumió un puesto de militante en las filas de la clase obrera”. La moral comunista exige darlo todo por el pueblo y la emancipación de la clase obrera, y el pez negro de Behrangi no duda en dar su propia vida para salvar a otros peces como él, a pesar del rechazo de estos a su lucha.

El pequeño pez negro está traducido a muchas lenguas del mundo. Los blogs CuestionatelotodoVictoria de los Oprimidos y Explotados, compartimos a continuación la traducción al castellano de J.L. Simón:

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