40º aniversario de la guerra popular del Perú

Nota V.O. : Recientemente se ha producido el 40 aniversario del inicio de la guerra popular, el 17 de mayo de 1980. El blog La Victoria de los Oprimidos y Explotados quiere homenajear el aniversario de este gran levantamiento y apoyar esta lucha.

El imperialismo junto con el estado peruano han intentado por todos los medios desprestigiar, generar dudas y deslegitimar la guerra popular del Perú a través de la guerra psicológica o de baja intensidad dirigida por la CIA. No es de extrañar que en parte de las masas haya calado el mensaje de “terroristas” y que incluso en el movimiento comunista internacional durante un tiempo se le haya calificado de “limpiaoísmo” o de “revisionismo armado”.

La guerra popular es un proceso largo durante el cual hay muchas curvas y baches hasta la victoria final. No es un camino fácil y rápido hacia la victoria como pensaron algunos, por lo que parte de los militantes del PCP cansados y ante los cantos de sirena de la reacción traicionaron el partido y se desviaron hacia el camino capitalista.  Es por eso que el Presidente Gonzalo en el discurso del 24 de setiembre de 1992 dijó: “…Unos piensan que es una gran derrota, ¡sueñan!, les decimos sigan soñando. Es simplemente un recodo, nada más, ¡un recodo en el camino! …». En numerosas ocasiones advirtió: “… si destruyen el partido reconstituirlo diez, once o doce veces, y si lo destruyen una vez más: hay que reconstituirlo y asunto concluido…para continuar con la guerra popular prolongada, porque no existe otro camino que el camino de la revolución democrática

Lenin en diciembre de 1905 ante la fuerte derrota, no pensó en negociar una amnistía o una rendición retrocediendo temporalmente hacia formas de lucha pacíficas sino todo lo contrario defendió potenciar las formas violentas, la guerra de guerrillas, para preparar la insurrección. Fue así como en 1917 triunfó la insurrección de octubre, doce años después de que la reacción hubiera declarado eufórica la victoria. Lenin observó que la situación revolucionaría se mantenía y que las condiciones objetivas no imposibilitaban la revolución por lo que tomó esta decisión que tan importantes frutos daría al cabo de una década.

La reacción puede gritar a los cuatro vientos que el Partido Comunista del Perú (PCP) ha cometido actos de genocidio contra pueblos enteros del Perú, cuando en realidad han sido los paramilitares del estado peruano y los soldados yanquis haciéndose pasar por militantes del PCP, puede afirmar que el Comité Central del PCP ha firmado la rendición y los acuerdos de paz, y otras mil patrañas pero la verdad no podrá ser ocultada por el viento de la historia.

Actualmente se está reconstruyendo el Partido Comunista del Perú y se realiza la preparación para volver a iniciar la guerra popular en el Perú. Puede que se demore la victoria y que incluso tarde décadas a conseguirse, pero no hay dudas que llegará y cuando ésta se produzca los revolucionarios dirán: “¡bien has hozado, viejo topo!”

Publicamos a continuación la traducción de un artículo del año 2000 del PCI (m), los naxalitas de la India, donde resumen la historia del PCP y de la guerra popular del Perú:

Guerra popular en el Perú

– Shafi

(Este es el segundo artículo de la serie, que presenta las principales luchas armadas maoístas del mundo)

La lucha armada en Perú, liderada por el Partido Comunista del Perú (PCP) ha entrado en su vigésimo año. Continúa avanzando, enfrentando al ejército peruano de tres lakh (nota V.O. : 300.000 hombres), respaldado, entrenado y apoyado por asesores y funcionarios estadounidenses. Continúa avanzando a pesar del exterminio masivo de pueblos enteros; carnicerías no solo de revolucionarios, sino también de sus familiares; bombardeos; juicios por jueces encapuchados; prisiones, que se parecen a los campos de concentración … e incluso después del arresto de su presidente, el camarada Gonzalo y otros miembros del Comité Central (CC) en 1992; y el secretario general de CC, camarada Feliciano, en julio del ’99. Incluso según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos de 1995, del 25% al ​​40% del territorio peruano estaba bajo el control de los maoístas. La guerra popular se desarrolló en la región de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, y se expandió a Pasco, Huanuco y San Martín; cubriendo un área desde el departamento de Cajamarca, en la frontera de Ecuador en el noroeste, hasta Puno en la frontera con Bolivia en el sureste del país, golpeando y sacudiendo incluso las ciudades, especialmente la capital, Lima. La guerra popular no se concibió en una sola región y se desarrolló simultáneamente en varias regiones, aunque de forma desigual, con un área principal. Todas las actividades fueron concebidas dentro de un plan estratégicamente centralizado y tácticamente descentralizado.

Formación del partido

El PCP fue fundado el 7 de octubre de 1928 por su brillante ideólogo, José Carlos Mariátegui. Como dice el PCP, «él se convirtió en la expresión política del proletariado en Perú… en sus 35 años de vida, especialmente desde 1918 (hasta su muerte en abril de 1930), y a su regreso de Europa, trabajó incansablemente propagando el marxismo-leninismo, organizando a las masas y culminando su trabajo fundando el Partido Comunista «. Fue él quien aplicó con éxito el marxismo-leninismo a la práctica concreta de la revolución peruana, en las esferas de la filosofía marxista, la economía política y el socialismo científico. Aunque, en ese momento (1920) las teorías de Mao no habían tomado forma, la comprensión de Mariátegui de la revolución peruana era similar a la desarrollada por Mao para China.

Mariátegui caracterizó a la sociedad peruana como semifeudal, semicolonial, con el campesinado como la fuerza principal de la revolución, para ser movilizado bajo el lema ‘La Tierra para el que la trabaja’. Estableció claramente las dos etapas ininterrumpidas de la revolución peruana; y sostuvo que la revolución democrática burguesa ya no puede ser dirigida por la burguesía, sino que debe ser conducida por el proletariado. Se centró en la cuestión de la población india (tribal) atrasada. Hizo hincapié en la alianza obrero-campesina, dirigida por el proletariado y su partido, el Partido Comunista. No solo esto, estableció la línea política del partido hacia el trabajo sindical, las organizaciones de trabajadores, mujeres, jóvenes, docentes, intelectuales y otros frentes de trabajo.

Lo más importante, Mariátegui, también hizo hincapié en la necesidad de la violencia revolucionaria y la guerra de guerrillas. Dijo que «el ejército rojo es un fenómeno nuevo en la historia militar del mundo. No olvida que su objetivo es la defensa de la revolución. Por lo tanto, de su espíritu, se excluye todo sentimiento especialmente marcial o imperialista. Su disciplina, su organización y su estructura son revolucionarias «. Enfatizó que su desarrollo es como una revolución campesina que avanza desde el campo y que se convierte en «pelotones partidistas revolucionarios» y en ejércitos guerrilleros. Agregó que «las guerrillas eran simplemente la parte más activa, más dinámica y más combativa de las masas».

Pero, poco después de su muerte, la camarilla dirigida por Del Prado intentó negar las grandes contribuciones de Mariátegui. Mientras se autodenominaban «discípulos de Mariátegui», lo convirtieron en un «ícono inofensivo», que envolvieron en incienso, mientras renunciaban a su camino. Durante las décadas de 1940 y 1950, el revisionismo dominó el PCP, influenciado por las ideas del Browderismo. Browder, (el representante estadounidense de la tercera internacional, con responsabilidad para América Latina), un predecesor del revisionismo contemporáneo, abogó por un claro abandono de la violencia revolucionaria y una táctica electoral que promovió el llamado «Frente Democrático Nacional». Esto continuó hasta la década de 1960, cuando la gran lucha entre el marxismo-leninismo y el revisionismo sacudió al Movimiento Comunista Internacional. Específicamente, las obras de Mao Tsetung tuvieron un gran impacto en el Perú. La ofensiva ideológica en Perú fue liderada por el camarada Abimael Guzman (camarada Gonzalo).

Lucha contra el revisionismo y la reconstitución del PCP

La década de 1960 fue testigo de una crisis cada vez más profunda del capitalismo burocrático en Perú. Esto se reflejó en una marea creciente de los movimientos populares, como también batallas febriles dentro de las clases dominantes.

Los trabajadores organizaron huelgas generalizadas y aumentaron el nivel de su sindicalización. El campesinado, en un aumento masivo, invadió las tierras para reclamarlas. Esta ola gigantesca tuvo lugar de un extremo al otro del país. También hubo violentos estallidos de guerrilla del tipo Che Guevara. Maestros y estudiantes también se levantaron en luchas populares.

Fue en tal situación que una ofensiva ideológica dirigida por el camarada Gonzalo se unió con el gran aumento y los movimientos de masas.

El Dr. Rubén Abimael Guzmán Reinoso, nació el 3 de diciembre de 1934 en la ciudad costera de Arequipa. Se unió al PCP a la edad de 15 años. Durante sus días de escuela y universidad, Perú estaba en medio de una gran agitación, y el camarada Guzmán fue testigo de levantamientos masivos contra el estado, con grandes huelgas y enfrentamientos incluso en la universidad. Escribió su disertación doctoral en Filosofía sobre «La teoría kantiana del espacio» y en Derecho sobre «El estado en la democracia burguesa». Después de graduarse se mudó a Ayacucho (desde donde se iniciaron las áreas de base) como maestro de escuela. Aquí se convirtió en uno de los líderes de los comités regionales del partido. En el apogeo del GRCP (Gran Revolución Cultural Proletaria), visitó China. Esto tuvo una profunda influencia en él.

En la misma década de 1950, se produjeron feroces debates en el PCP en medio de las repercusiones de la revolución cubana. Estas luchas se reflejaron en las decisiones del IV Congreso del partido en 1962 que acordó «dos caminos»: «El camino pacífico y el violento». De 1963 a 1969 el camarada Gonzalo lideró la fracción roja dentro del partido, bajo la estrategia política de seguir el «Camino de rodear las ciudades desde el campo». De 1969 a 1976 dirigió el partido con la estrategia política de «Reconstitución del partido para la guerra popular». De 1976 a 1979 hubo una estrategia política para «completar la reconstitución y establecer las bases» para el comienzo de la lucha armada. La lucha armada se inició el 17 de mayo de 1980, un día antes de la celebración de las elecciones generales del país.

Durante la primera estrategia política, la tarea consistía en establecer el camino de la revolución. En 1964, la camarilla revisionista Del Pardo y otros fueron expulsados ​​del PCP. El camarada Gonzalo comenzó a consolidar el partido en el Comité Regional de Ayacucho: el centro del trabajo del partido se centró en el campo; en las ciudades, el partido organizó a las masas pobres en las Federaciones Vecinales; y reorganizó el Frente Revolucionario Estudiantil. También lanzó el «Trabajo Especial», que era el trabajo militar de los Comités Regionales. En una aguda lucha de dos líneas contra las posiciones de la dirección central, combatió el militarismo y el foquísmo (teoría ‘Foco’ del Che Guevara). En la 4ta Conferencia, el liderazgo del partido dio un paso más, declarando su adhesión al marxismo bajo la guía del pensamiento de Mao. Se dio un paso más en la 5ta Conferencia en noviembre de 1965, que centró su atención en la comprensión de la sociedad y la revolución del Perú, acercando así al partido a la línea revolucionaria de Mariátegui. En la reunión de septiembre de 1967 del Buró Político Expandido, describió un plan estratégico, cuya tarea principal era la formación de las fuerzas armadas, esto ocurrió, en medio de una amarga lucha entre facciones, donde, más notablemente las facciones de Patria Roja y del liquidacionismo de derecha de Paredes, lucharon por el liderazgo del partido.

Durante la segunda estrategia política (1969-1976), el camarada Gonzalo describió el revisionismo subyacente dentro del partido y la necesidad de su reconstitución, sobre la base de: unidad del partido, defensa del pensamiento marxista-leninismo-Mao Tsetung, el pensamiento de Mariátegui y la línea política general. Estas posiciones fueron rechazadas por las facciones mencionadas anteriormente. Estableció el Programa Agrario del partido en 1969. En 1972, se estableció el Plan Estratégico del Comité Regional de Ayacucho. El liquidacionismo de derecha fue derrotado, y en el partido quedaron dos fracciones: la fracción roja, fundamentalmente en Ayacucho, dirigida por Gonzalo; y la fracción «bolchevique», que actúa principalmente en Lima. Esta última desarrolló una línea liquidacionista de «izquierda» que aisló al partido de las masas. Tenían una línea militar que se oponía a la guerra popular. Fueron derrotados en 1975, y sus líderes huyeron.

Durante la tercera estrategia política (1976-1979) el problema era completar la Reconstitución del partido y establecer las bases para comenzar la lucha armada. El 7º Pleno de abril de 1977 se denominó «Construcción, al servicio de la lucha armada», contrarrestando la línea oportunista de derecha (LOD), que negaba la importancia de la toma de tierras y el poder en el campo; y la importancia de que los trabajadores desempeñen un papel de liderazgo en la revolución, en lugar de limitarlos a los sindicatos. En junio de 1977, Gonzalo lanzó el «Plan Nacional de Construcción», donde se enviaron docenas de cuadros al campo en interés de las necesidades estratégicas de la guerra popular y para construir Comités Regionales, teniendo en cuenta las futuras Áreas Base. En el octavo Pleno de julio de 1978, se estableció el «Esquema de la lucha armada». En esencia, esto esbozó que la guerra popular en el Perú debe desarrollarse como un todo unificado tanto en el campo como en la ciudad, siendo el campo el principal teatro de acciones armadas, siguiendo el camino que rodea a las ciudades desde el campo.

Lanzamiento de la guerra popular

Esto tuvo cuatro hitos importantes: definición, preparación, iniciación y desarrollo de la guerra de guerrillas.

(i) Definición: La decisión de iniciar la guerra popular en Perú se tomó en el Noveno Pleno ampliado de junio del ’79. Este acuerdo se logró en medio de tres luchas intensas: la primera fue contra la línea oportunista de la derecha que se oponía a comenzar la lucha armada, negando la situación revolucionaria. Después de la expulsión de esta línea, una nueva Línea Derecha creía que la lucha armada era imposible, que era un «sueño», y como era solo una cuestión de principios, no había necesidad de llevarlo a cabo de inmediato. La tercera lucha fue con las tendencias de la izquierda sobre cómo desarrollar la guerra popular. A través de esto, se estableció la posición proletaria de Gonzalo y el partido se comprometió a guiarse por el liderazgo y su presidente. Con respecto a la organización de las fuerzas armadas, se acordó formar cuadros militares, grupos específicos para la acción y socavar las fuerzas reaccionarias atacando a los soldados.

(ii) Preparación: Durante este período, se aprueba el programa del partido, junto con la línea política general de la revolución peruana y los estatutos del partido. Se resuelven los problemas relacionados con la estrategia política, la violencia revolucionaria, la guerra popular, el partido, el ejército y el frente unido. El partido se preparó para el inicio de la lucha armada al enfrentar dos problemas: (1) Los problemas de la Estrategia Política, que describe el contenido y los objetivos de la guerra popular desde una perspectiva a largo plazo, así como a corto plazo… así como las pautas que debe tener la guerra popular, los planes militares, su estructura organizativa y sus lazos con el Nuevo Poder; (2) El inicio de la lucha armada: Primero, las tareas políticas de iniciación. Las tareas políticas que debían cumplirse durante el inicio de la lucha armada fueron: boicotear las elecciones; promover militarmente la lucha armada por la tierra; y para establecer las bases para las nuevas conquistas, especialmente el Nuevo Poder. Segundo, las formas de lucha: guerra de guerrillas, sabotaje, propaganda, agitación armada y aniquilación selectiva; En tercer lugar, las formas organizativas y militares: destacamentos armados, con o sin armas modernas; Y cuarto, una cronología: fecha de inicio y duración del Plan, y acciones simultáneas para fechas específicas. sabotaje, propaganda, agitación armada y aniquilación selectiva; En tercer lugar, las formas organizativas y militares: destacamentos armados, con o sin armas modernas; Y cuarto, una cronología: fecha de inicio y duración del Plan, y acciones simultáneas para fechas específicas. sabotaje, propaganda, agitación armada y aniquilación selectiva; En tercer lugar, las formas organizativas y militares: destacamentos armados, con o sin armas modernas; Y cuarto, una cronología: fecha de inicio y duración del Plan, y acciones simultáneas para fechas específicas.

(iii) Iniciación: el 17 de mayo de 1980 comenzó la guerra popular en Perú. Duró de mayo a diciembre de 1980. Resolvió el problema de cómo iniciar la lucha armada, de pasar de los tiempos de paz a los tiempos de guerra. En este contexto, la militarización del partido a través de acciones y el Plan de Iniciación, fue un factor clave. Así nació un partido de nuevo tipo; donde la forma principal de lucha era la lucha armada; y la principal forma de organización fueron los destacamentos y escuadrones. Las acciones más destacadas fueron: acciones guerrilleras en dos localidades de Ayacucho; prender fuego al edificio municipal en un distrito de Lima; y el boicot a las elecciones por parte del pueblo de Chuschi.

(iv) Desarrollo de la guerra de guerrillas: Esto se completó con un plan que duró desde enero de 1981 hasta diciembre de 1982. El lema era «Abrir zonas de guerrilla que sirven como áreas de base». Esto resultó en la apertura de una guerra de guerrillas en todo el país que buscaba «capturar armas, agitar el campo con acciones armadas y avanzar hacia las Áreas Base». Se llevaron a cabo una multitud de asaltos a puestos policiales y la aniquilación selectiva de terratenientes, generando una gran movilización masiva de campesinos, que se ofrecieron como voluntarios para la milicia, dando lugar a un vacío de poder para los reaccionarios. Los comités populares surgieron, crecieron y se multiplicaron… «Su apariencia define las áreas de base». La guerrilla atacó la prisión de Ayacucho y luego de derrotar a 100 policías, liberó a los 200 prisioneros; atacaron varios puestos policiales; sabotearon la red eléctrica y las líneas de comunicación; y se apoyó la huelga de los trabajadores mediante acciones armadas.

Las Áreas de Base

En la reunión ampliada del Comité Central de enero a marzo de 1983 se definieron cuatro tareas políticas: una reorganización general del partido; la creación del Ejército Popular de Guerrilla y el Frente Revolucionario de Defensa del Pueblo; su consolidación como comités populares en el campo y como el movimiento revolucionario de defensa del pueblo en las ciudades; y el Plan militar para conquistar bases. Se hizo un llamado a «Defender, Desarrollar y Construir» las áreas de base. Se desarrolló un agudo conflicto armado en el que los reaccionarios lucharon para restablecer el Viejo Poder y la revolución luchó para fortalecer el Nuevo Poder. El gobierno peruano ahora llamó a los militares (Ejército, Marina, Fuerza Aérea). Los años 1983 y 1984 fueron testigos de una lucha entre la restauración y la contrarrestauración.

El terror blanco se desató en el campo, especialmente en Ayacucho, Huancavelica y Aparimac. El resultado de este genocidio fue de 8.700 muertos peruanos. De estos, 4,700 eran los más pobres de los pobres, principalmente campesinos y obreros en los barrios bajos de las ciudades. 4.000 fueron ‘desaparecidos’. Pero el genocidio no produjo los resultados previstos; al contrario, la guerra popular se hizo más fuerte.

Entre las acciones más destacadas observadas estuvieron: golpes a las bases anti-guerrilleras en el departamento de Ayacucho; la destrucción de asentamientos contrasubversivos; demolición de la red eléctrica y destrucción del sistema de carreteras; la destrucción de las ‘cooperativas’ agrícolas establecidas por el gobierno, con redistribución de ganado y apropiación de tierras; emboscadas en la región central, como en Michivilca; sabotaje de la subestación de la corporación minera estatal; la movilización de 160.000 campesinos en el norte, en el departamento de La Libertad, para la confiscación de 320.000 hectáreas de tierra (principalmente tierras de pastoreo) y 12.000 cabezas de ganado; incautación de tierras en el sur con 10.000 campesinos; el sabotaje del oleoducto «Norpernano» y de la sede del APRA en la ciudad de Trujillo; destrucción de la gran empresa Tealero; emboscada de la Guardia Republicana en Lima; sabotaje de la embajada de los socialimperialistas rusos; ataques a docenas de oficinas locales del partido APRA; contra bancos y fábricas… Todo esto resultó en la declaración de un estado de emergencia con una toma militar en febrero de 1986.

Después del cierre de ocho años de guerra popular, hubo más de 45,000 acciones; el partido militarizado había sido templado; el Ejército de Guerrilla Popular se había desarrollado y había aumentado en beligerancia; y cientos de organizaciones del Nuevo Poder habían brotado por todo el campo. El documento PCP continúa: «Las áreas de base son las bases estratégicas en las que las fuerzas guerrilleras dependen para cumplir sus tareas estratégicas y para lograr el objetivo de preservar y aumentar sus fuerzas, así como aniquilar y arrojar al enemigo… El presidente Gonzalo ha establecido un sistema de áreas de base rodeadas de zonas guerrilleras, zonas de operaciones y puntos de acción teniendo en cuenta las condiciones políticas y sociales, la historia de la lucha, las características geográficas y el desarrollo del partido, el ejército y las masas. Apoyar la validez del camino que rodea las ciudades desde el campo y su corazón, las Áreas Base, porque con solo guerrilleros errantes de insurrección, el Ejército Guerrillero Popular no tendría el Área Base como una retaguardia que lo sostenga, tampoco se construiría el Nuevo Poder».

En resumen, el documento agrega que en los Ocho años de la Guerra Popular hasta 1988 hubo cuatro planes: el Plan de Iniciación; el plan para desarrollar la guerra popular; el plan de conquista de bases; y el Plan de Desarrollo de Bases.

Revolución y contrarrevolución

En 1988-89 se celebró el Primer Congreso del partido. Esa reunión definió el maoísmo como la tercera y más alta etapa del marxismo; y el pensamiento de Gonzalo como «un producto de la aplicación de la ideología universal del proletariado internacional a las condiciones concretas de la revolución (peruana)». En su tercera sesión, en 1989, el Congreso llamó a combatir el revisionismo como el principal peligro. En 1990, el partido declaró que el nivel de lucha armada había pasado de la fase de «defensa estratégica» a la de «equilibrio estratégico».

Sin embargo, el segundo pleno del PCP del CC, celebrado a principios de 1992, emitió una advertencia para luchar contra el capitulacionismo y pidió aprender de la campaña realizada durante la Revolución Cultural de China para criticar la novela clásica ‘Margen de agua’. El héroe de la novela lidera a los campesinos en un levantamiento contra los funcionarios corruptos del emperador, pero finalmente se vuelve contra aquellos que quieren ir «demasiado lejos» y desean oponerse al sistema mismo. En cambio, termina aceptando el llamado del emperador a la amnistía y alistando a las tropas rebeldes en el ejército imperial.

Pero a medida que la revolución escalaba nuevas alturas, la contrarrevolución se preparó para un nuevo ataque. Después de las elecciones de 1990, la ‘Izquierda Unida’ (IU) fue utilizada como un pilar importante del gobierno dictatorial. La IU recibió cargos ministeriales e importantes puestos en instituciones públicas. Alentaron la militarización del país. Junto con 15 organizaciones de derecha, prepararon un «frente común contra el terrorismo» y contribuyeron decisivamente a ayudar al ascenso de Fujimori al poder.

El 5 de abril de 1992, Fujimori llevó a cabo un golpe de estado e instaló su dictadura fascista, apoyada por la administración estadounidense. Con el pretexto de luchar contra las ‘drogas’, el Pentágono había desplegado cientos de la Marina estadounidense y Boinas Verdes del Ejército en las regiones de los Andes y el Amazonas en Perú. Al mismo tiempo, se desplegaron más de 100 patrulleros, equipados con ametralladoras M-60 y armas biológicas especiales para operaciones de combate en los ríos de Perú.

En mayo de 1992, justo un mes después del golpe de Fujimori, 2000 tropas del ejército lanzaron un ataque con misiles y armas de fuego en la prisión de Canto Grande. Los prisioneros lucharon durante cuatro días, pero finalmente 100 fueron asesinados y más de 80 prisioneros «desaparecieron».

El 12 de septiembre de 1992, el presidente del partido, Gonzalo y otros líderes importantes fueron arrestados. La contrarrevolución continuó su ofensiva contra el PCP, combinando ataques militares con ataques ideológicos. A principios de 1993, Fujimori lanzó las llamadas cartas del «Acuerdo de Paz», que supuestamente fueron escritas por el propio Gonzalo. Este documento de capitulación fue promovido activamente por algunos ex camaradas de la cárcel, incluidos algunos miembros principales del partido. Se buscó crear confusión en las filas del PCP, y algunos ex líderes incluso pidieron la creación de un centro alternativo para el comité central.

Pero los revolucionarios dieron una respuesta adecuada a los ataques y esquemas de la contrarrevolución.

Pocos días después de su arresto, cuando el régimen trató de humillar a Gonzalo, presentándolo en la televisión, en una jaula ante 200 periodistas molestos, Gonzalo convirtió el evento en una llamada revolucionaria. Dirigiéndose al público sobre las cabezas de los periodistas, proclamó que su encarcelamiento no era más que un recodo en el camino.

Además, mientras Fujimori se jactaba de que con los arrestos había acabado con el PCP, la mentira quedó demostrada por el hecho de que entre los arrestos de septiembre y el final del año el número de ataques armados fue de 644. Y en cuanto al documento de los «Acuerdos de paz», el comité central declaró abiertamente que se trataba de un fraude y exigió que se le dejara declarar públicamente a Gonzalo sobre el asunto (incluso a sus abogados se les prohibió reunirse con él).

Mientras tanto, la guerra de guerrillas continuó. En una acción espectacular en diciembre de 1992, la ciudad de Ayacucho fue secuestrada y retenida durante 40 minutos por las fuerzas revolucionarias. En 1993, en la campaña de boicot del PCP, se bombardeó un hotel y aeropuerto comercial principal, junto con ataques simultáneos contra objetivos gubernamentales en muchas áreas del campo. En la campaña del PCP para celebrar el centenario de Mao, la prefectura de Lima, que sirvió como la sede de DINCOTE (inteligencia) fue destruida en un osado asalto en diciembre del 93. Un paro armado en mayo de 1994 involucró a miles de habitantes de barrios marginales y otros en la periferia pobre de la ciudad y se combinó con acciones guerrilleras. Para celebrar el cumpleaños del PCP en octubre de 1994, Lima y muchas otras ciudades quedaron completamente apagadas. En las elecciones presidenciales de abril de 1995, el 28% se negó a votar, y el 44% de todos los votos emitidos fueron en blanco o nulos.

Un informe de 1995 decía que «avanzamos a través de la Base Siete y la Base 14, agitando y movilizando a las masas, desarrollando la toma de control de los automóviles en la carretera Ayacucho-San Francisco y aniquilando las mesnadas (paramilitares dirigidos por el ejército) en la localidad de Ccano y confiscaciones de ganado para abastecer las Áreas de la Base de Apoyo Revolucionario, los «Bastiones Rojos» y las fuerzas del Ejército Popular de Liberación. Que se complementó con emboscadas y ataques a las bases enemigas ubicadas en las cercanías de la Base de Apoyo Revolucionario 33… «

La guerra popular en Perú es una estrella brillante sobre América Latina. Aunque puede haber enfrentado algunas dificultades, contrasta fuertemente con las fallidas revoluciones pequeñoburguesas de El Salvador y Nicaragua, los Tupamaros que han sido destruidos; o aquellos en Colombia que están haciendo tratos con el gobierno. Debido a su contenido de clase intransigente, es sistemáticamente ignorado por los medios internacionales, mientras que otros fueron glamorosos. La People’s March (nota V.O. : revista de los naxalitas) saluda a los revolucionarios maoístas del Perú y pide la liberación incondicional e inmediata de los camaradas Gonzalo, Feliciano y todos los demás presos políticos que languidecen en las atroces cárceles del Perú.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario