¿ El taoísmo es una filosofía progresista o reaccionaria?

Durante el período tempestuoso de los reinos en lucha , que se caracterizó por las acentuadas contradicciones sociales y la aguda lucha de clases, apareció la doctrina del Taoísmo, considerándose a Lao-Tsé como su fundador (siglos VI y V a. de c.).

Esta doctrina está expuesta en el libro Tao Te-king (libro sobre Tao y Te). El taoísmo fue en ese período una doctrina de vanguardia que traducía conceptos sociales y políticos progresistas.

Fue la manifestación de la tendencia materialista en la filosofía china. La tendencia a explicar el mundo, no como la creación de la voluntad divina, sino como el resultado de la acción de las leyes naturales. La filosofía del taoísmo comprende elementos de dialéctica. Parte de la base de que todo en el mundo está en movimiento y llega a la unidad a través de las contradicciones. Lo incompleto se vuelve completo; lo torcido, derecho; lo vacío se colma; lo viejo es reemplazado por lo nuevo; lo que es poco se vuelve mucho. En otro lugar se habla, en el mismo sentido, de que unos seres “…florecen, otros se agostan; unos se fortalecen, otros se debilitan; unos se crean, otros se destruyen . Sin embargo, más tarde el taoísmo fue tergiversado y degeneró en una concepción idealista e, incluso, mística del mundo.

En la doctrina atribuida a Lao-Tsé se traduce la protesta pasiva de los comuneros que se iban arruinando, en contra de la opresión y explotación de que eran objeto por los pudientes. Contiene la exhortación de volver a los viejos tiempos, en que los hombres, a su juicio, seguían la ley natural — el Tao— que reinaba en el mundo, en que …no aspiraban a adquirir riquezas y se indultaban los crímenes.

En el Tao Te-king se habla con reprobación del bandolerismo y la jactancia que constituyen la violación del Tao, y que radican en la acumulación de riquezas acompañada de la ruina de los pobres. “Si la corte es ostentosa, los campos están cubiertos de malezas y los graneros están totalmente vacíos. Lao-tsé señala que el pueblo pasa hambre debido a los excesivos tributos e impuestos . Sin embargo, no desea ningún cambio violento, e insta, tanto a los gobernantes como a los trabajadores, a la completa pasividad, predicando la no intervención en el curso de los acontecimientos; aconseja confiarse en la acción de la ley natural. Hay que hablar menos y seguir el curso natural. Un viento fuerte no dura toda la mañana, ni un chaparrón continúa todo el día.”. Confía en que con la actitud indolente y desapasionada de los hombres todo en el mundo marcharía de mejor manera. “La ausencia de deseo trae tranquilidad, y entonces el orden se establece de por sí en el país.”

Al exhortar a los gobernantes a seguir el principio de “no hacer nada”, Lao-tsé desea suavizar la opresión y la explotación de que eran objeto los trabajadores. El pueblo prospera, dice, cuando el gobierno está tranquilo. Considera la actividad de los gobernantes dentro del Estado esclavista como una nociva cavilación . Afirma que los gobernantes, con su intervención en la marcha “natural” de las cosas, no pueden sino empeorar la vida del pueblo. Cuando los gobernantes sigan el principio de “no hacer nada”, el pueblo será cien veces más feliz, declara Lao-tsé.

Se manifiesta en contra del desarrollo de la cultura que se basa en la desigualdad y que da como resultado la ostentación. “Cuando en el país hay muchas cosas superfluas, el pueblo se vuelve pobre , dice. Lao-tsé reprueba a los gobernantes que acumulan riquezas , a los que tienden a tener «cosas lindas».

La doctrina de Lao-tsé está impregnada de una profunda simpatía hacia los oprimidos, de un sincero amor al pueblo. El hombre inteligente no tiene su propio corazón, su corazón está integrado por los corazones del pueblo… Mirá al pueblo como a sus propios hijos.” Lao-tsé, que simpatiza evidentemente con el pueblo en sus desgracias, desea su emancipación de las violencias y la opresión, pero cree que esto puede obtenerse de por sí, en virtud de la acción de las leyes naturales que presiden el universo. Llama a la pasividad, y considera innecesario destruir la violencia por la fuerza. Sin embargo, sus palabras traducen la fe en el triunfo final de los oprimidos. “Los más débiles triunfarán sobre los más fuertes —dice—; lo más suave vencerá a lo más duro.” “Lo duro y lo fuerte es lo que se extingue, mientras que lo tierno y lo débil es lo que comienza a vivir.”

En otros lugares Lao-tsé prevé que los malos gobernantes serán derrocados: “Si la nobleza y los soberanos no son ejemplo de generosidad, serán derrocados.”

Lao-tsé sueña con los tiempos en que los gobernantes seguirán la ley natural, el Tao, en que desaparecerán la “astucia” y el “lucro”. “Entonces el cielo y la tierra se fundirán en una armonía, advendrá la felicidad y el bienestar, y el pueblo, sin necesidad de órdenes, se mantendrá en calma.” Hay que hacer sabrosa su alimentación, decente su vestimenta, construirle una vivienda tranquila y hacer alegre su vida.”

Lao-tsé, partidario del “no hacer nada” y de las relaciones mutuas “naturales entre los pueblos, reprueba la guerra y se manifiesta por la paz. El que sirve al jefe del pueblo mediante el Tao —dice—, no somete a otros países con la ayuda de tropas, ya que esto puede volverse en contra suyo. Donde hayan pasado las tropas crece el endrino y las espinas. Después de las grandes guerras siguen los años de hambre.”

Los aspectos reaccionarios de la doctrina de Lao-tsé —que en su conjunto y en aquellas condiciones históricas fue una doctrina avanzada— se manifiestan en su exhortación al pueblo de que se muestre pasivo, de que vuelva hacia atrás, al régimen del comunismo primitivo, en que no existían el lujo y las “cosas superfluas”.

Posteriormente, durante el período de decadencia de la sociedad esclavista de China, así como también en la China feudal, el taoísmo antiguo fue tergiversado y convertido en una doctrina idealista y mística, y los aspectos reaccionarios de sus conceptos políticos (“el no hacer nada”, “la reprobación del progreso cultural”, etc.) fueron ampliamente utilizados por los ideólogos de las clases explotadoras.

Nota V.O. : Lao-tsé previendo que podía ser tergiversado en el futuro dijo: » Mis enseñanzas son simples; si intentas hacer de ellas una religión, éstas te eludirán, porque profundas, aunque simples, contienen toda la verdad del universo»

Fuente: Historia de las ideologías políticas. Instituto Ruso de Estudios Económicos. Pág. 27-28

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